Día del Maestro

por | Sep 11, 2019

El 11 de septiembre se celebra el Día del Maestro en Argentina en honor a Domingo Faustino Sarmiento, que fue docente, periodista y político. Se desempeñó como presidente de la Nación entre el 12 de octubre de 1868 y el 12 de octubre de 1874.

Durante su gestión, las provincias fundaron unas 800 escuelas, lo cual contribuyó a la alfabetización y la inclusión educativa. Creó las primeras escuelas normales, trajo docentes de Estados Unidos y subvencionó la primera entidad educativa para sordos.

Fundó la Biblioteca Nacional de Maestros en Buenos Aires y propició el desarrollo de otras tantas bibliotecas para apoyar la capacitación de la toda la población de múltiples formas.

Día en homenaje al invaluable trabajo de los maestros y sus aportes en el desarrollo de los seres humanos y, por tanto, al progreso de la nación. Naciones Unidas reconoce que el maestro -con su trabajo a menudo silencioso- es la piedra angular de todo proceso que aspire a elevar la calidad educativa de las personas y es la base de la riqueza intelectual de las sociedades.

Día tras día y año tras año, estos hombres y mujeres entregados guían y acompañan a sus alumnos por el mundo del aprendizaje, ayudándoles a descubrir y desarrollar su potencial. De ese modo, los docentes no solo configuran el futuro individual de millones de niños, sino que contribuyen también a conformar un mundo mejor para todos.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la UNESCO establece ese vínculo crucial entre educación y desarrollo. Al aprobar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, los dirigentes mundiales se comprometieron a “garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”. Este objetivo no podrá alcanzarse si no incrementamos el número de docentes cualificados y los empoderamos para que sean agentes de un cambio educativo en la vida de sus alumnos.

La situación es urgente. Para lograr la enseñanza primaria universal de aquí a 2030, necesitamos 24,4 millones más de docentes. La cifra es aún mayor para la enseñanza secundaria: se necesitan 44,4 millones más de profesores de secundaria.

¿Cómo podemos atraer a esas personas a la profesión vital de la enseñanza cuando tantos docentes de todo el mundo están insuficientemente formados, remunerados y valorados?

Aún hay numerosos docentes que trabajan con contratos y remuneraciones inadecuados. A menudo viven en condiciones difíciles y no disponen de la formación inicial, el perfeccionamiento profesional continuo y el apoyo constante que requieren. En ocasiones son víctimas de discriminación e incluso de ataques violentos.

La docencia podría ser una profesión atractiva y de primera opción si los docentes fueran valorados de acuerdo con el inmenso valor que aportan a nuestros niños, y si su condición profesional como educadores reflejara la profunda repercusión que tiene su profesión en nuestro futuro compartido.

Ello significa ofrecerles formación y perfeccionamiento permanentes para apoyarlos en su función crucial de educar a todos los niños en todos los contextos, incluidas las comunidades más pobres y remotas y las comunidades en crisis. Significa también compensarles en consecuencia y brindarles las herramientas que necesitan para desempeñar su labor indispensable. Significa adoptar políticas que protejan y refuercen la condición de los docentes, empezando por permitirles participar y tener una función activa en la toma de decisiones que afectan a su trabajo. Y significa mejorar la eficiencia y la eficacia de los sistemas educativos en todos los niveles.

Tema: Los maestros- León Gieco

Fuente: ONU