Una historia de superación que dejó la Sexta Colación de Grados

Una historia de superación que dejó la Sexta Colación de Grados

De los once egresados que recibieron su título el miércoles, en el segundo acto de entrega de diplomas a los nuevos egresados de la Escuela de Ciencias de la Salud, dos de ellos fueron protagonistas de curiosas historias, dado que debieron ser buscadas en diferentes localidades del interior provincial.

 

La graduada Florencia Daiana Ortiz recibió su título de Enfermera, coronando un gran esfuerzo que debió realizar para poder cursar sus estudios. Ella vive en la localidad de San Pablo, un humilde paraje rural del Departamento Chacabuco.

La localidad de San Pablo tiene menos de 300 habitantes. Se ubica junto al río Concarán a casi 10 km de Tilisarao y se accede por la RP 8 o por la RP 40. Se ubica en el valle de Conlara entre las Sierras de San Luis al oeste y las Sierras de los Comechingones al este. Es un fértil valle que se dedica económicamente a la producción ganadera, a la papa, ajo, cebolla, alfalfa y hortalizas.

Su padre se dedica a actividades agropecuarias, su mamá es ama de casa y tiene otros cuatro hermanos. Además es mamá soltera, por lo que tiene una hija de la cual ocuparse. Su traslado hasta Villa Mercedes no era nada fácil: a veces su padre le daba dinero para los pasajes, en otras la ayudaban sus hermanos. Debía irse hasta Tilisarao para allí tomar un colectivo. No pocas veces debió hacer ese trayecto caminando.

Su llegada a la ciudad implicaba también otras dificultades. En varias oportunidades debió trasladarse caminando hasta el centro, donde se ubican los complejos áulicos. Y cuando tenía clases prácticas, quedarse hasta el día siguiente, con todos los gastos que ello implica.

Por eso cuando recibió el título su alegría fue indescriptible. Ahora se dispone a trabajar donde la necesiten, pero le gustaría que fuera en alguna localidad cercana.

Queda claro que tras la delgada y menuda contextura de Florencia, se esconde una asombrosa fortaleza, que le permitió superar todas las dificultades hasta conseguir el objetivo propuesto. Representa un ejemplo de tesón, sacrificio y superación personal que provoca admiración y constituye un espejo en el cual mirarse, cuando a veces nos quejamos por cuestiones menores y no valoramos las comodidades que tenemos.     

La otra historia tuvo como intérprete a otra graduada en Enfermería, Karina Fátima Oyola. Ella es oriunda de Villa Mercedes pero en diciembre se trasladó a la localidad de Carpintería, en el Departamento Junín, para acompañar a su pareja por motivos de trabajo. Permaneció allí hasta que por la cuarentena no pudo regresar a esta ciudad.

Como la localidad también se encuentra literalmente cerrada, no le era posible viajar hasta Villa Mercedes, por lo que debió trasladarse en la Minivan de la UNViMe, junto con su compañera, que subió en la Terminal de Tilisarao.

Ambas agradecieron a la universidad el operativo de traslado, que les permitió recibir el ansiado título, que las habilita de ahora en más a desempeñarse como enfermeras.

 

La UNViMe entregó hidroalcohol al Intendente de Unión

La UNViMe entregó hidroalcohol al Intendente de Unión

La Universidad Nacional de Villa Mercedes (UNViMe) continúa gestionando donaciones de hidroalcohol, el pasado miércoles 22 de abril se concretó la entrega de 20 litros, destinados a la Localidad de Unión.

Como se viene realizando con otras localidades y siendo este uno de los aportes concretos que puede realizar la UNViMe, para mitigar el avance del Covid-19, y a pedido del Intendente de Unión, Marcos Esposito, se coordino la entrega y el retiro de los mismos por el rectorado de la universidad.

La gestión por parte de la universidad, estuvo a cargo de la Coordinadora del COES y el Observatorio de Graduados, Tec. Gabriela Zeballos, quien recibió a Marcos Esposito para hacerle entrega de los 20 litros de hidroalcohol.

El intendente agradeció la donación y expresó que el destino de los mismos, es el de proveer a los servidores públicos de la localidad, debido a que son ellos los más expuestos ante el coronavirus, en estos momentos.

Todas estas acciones se llevan a cabo en el marco del apoyo solidario que está realizando la UNViMe, con el claro objetivo de atenuar las consecuencias del COVIR-19.

Discurso del Rector Dr. David Rivarola, en la Sexta Colación de Grados Anual 2020

Discurso del Rector Dr. David Rivarola, en la Sexta Colación de Grados Anual 2020

“Es un honor para mí dirigir estas palabras a los graduados de la Escuela de Ciencias de la Salud, en representación de todo el Equipo de Gestión de la UNViMe.

A pesar de las circunstancias que son de público conocimiento y que mantienen en vilo a toda la humanidad, y precisamente por la significación que las profesiones que ustedes han estudiado tienen en este momento, es que nos alegra doblemente recibir hoy a cada uno de ustedes.

La graduación es un mérito personal, pero es fruto de un esfuerzo colectivo que incluye a todos sus familiares, que los apoyaron durante años a todos ustedes, por eso, esta alegría y este orgullo deben compartirlo con todos ellos.

También la graduación es importante porque es una medida de nuestra fortaleza interior, de nuestra resiliencia frente a las dificultades y las postergaciones.

En ese sentido la graduación simboliza que han enfrentado y superado sus miedos, sus desorientaciones y sus incertidumbres.

Al recorrer rápidamente la historia de la educación superior en Argentina, vemos que pasaron más de 100 años desde la Reforma Universitaria y más de 70 años de la sanción del Decreto Ley 29.337 del 22 de noviembre 1949, que solicitó “la suspensión de los aranceles universitarios y estableció la gratuidad de la enseñanza universitaria”.

Más recientemente se ha declarado que la “educación superior es un bien público social, un derecho humano y universal y un deber del estado (Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe, celebrada en Cartagena de Indias, Colombia, en junio del 2008).

Desde Villa Mercedes rendimos un homenaje sincero a quienes gestaron dichas transformaciones, que generaron la universidad que hoy tenemos: “pública, gratuita, laica, cogobernada, inclusiva y con educación de calidad, y en el caso de nuestra UNViMe, con un fuerte compromiso social”.

Queridos graduados: tengan siempre presente el ideario de nuestra universidad, basada en los principios reformistas, y contribuyan al desarrollo social y económico de nuestro país, con un compromiso ético con el prójimo y con la naturaleza, que les permita asumir sus responsabilidades ciudadanas y profesionales.

Vivimos en un contexto social, político y económico complejo, cambiante, desafiante, pero en cada dificultad hay un sinnúmero de oportunidades que permiten el crecimiento personal y profesional.

Pasan a ser hoy agentes de cambio del entorno que habitan.

Para ello, continúen siempre aprendiendo, porque en la sociedad del conocimiento valemos por lo que sabemos, no por lo que tenemos.

Comprométanse con el bien común, porque el éxito personal no es la única medida, ni la medida adecuada, de nuestro valor como personas.

Propónganse metas ambiciosas. Apunten alto. Trabajen duro. Sean exigentes con ustedes mismos porque es un prerrequisito para poder exigir a los demás.

No se dejen llevar por estereotipos. Vean con sus propios ojos. Evalúen con sus propios valores. Argumenten con sus propias palabras.

Es nuestro deseo que lo aprendido, la experiencia y las vivencias de estos años de estudio en la universidad , les permitan desempeñarse con responsabilidad y solidez en los actuales y futuros ámbitos de trabajo.

Los invito entonces a que no se detengan, a que sean protagonistas, a que sigan formándose y estudiando, a que compartan generosamente con la comunidad todos los recursos y herramientas que han obtenido en esta institución.

Cabe ahora preguntarnos: ¿cómo va a continuar nuestra relación con ustedes…?

Sabemos que tenemos mucho por hacer en conjunto, más aún si consideramos la juventud de la UNViMe, que está en un proceso de crecimiento y construcción continua.

La UNViMe tiene en funcionamiento el Observatorio del Graduado, al cual los invitamos formalmente a incorporarse.

Es una oficina dedicada al seguimiento de todos ustedes, queremos saber dónde residen, si trabajan en temas relacionados a su título, qué capacitación necesitan en sus trabajos, que nivel de satisfacción laboral poseen.

Necesitamos también que nos ayuden a difundir la oferta académica de la UNViMe y que sean facilitadores de la inserción laboral de los nuevos graduados.

Estos eran quizá los principales desafíos para desarrollar en conjunto que solíamos presentar a nuestros egresados hasta hace sólo cuatro meses, convocándolos a un nuevo comienzo más que a una despedida.

Hoy no obstante hay uno que se antepone. Sabemos que todos ustedes quedarán marcados por los sucesos que nos tocan vivir y en medio de los cuales reciben este título.

Quizá varios, o todos ustedes, se incorporen casi en lo inmediato al sistema de salud y les toque formar parte del ejército silencioso que luche contra la pandemia, salvando vidas humanas, la de cualquiera de nosotros.

El desafío más inmediato entonces es que no rompamos el vínculo, que acudan a sus docentes, ex compañeros, autoridades, institución toda, para lo que necesiten: capacitaciones especiales, entrenamientos específicos,  elementos de protección personal, o simplemente la continuidad de la presencia. La UNViMe sigue siendo su universidad.

Les pedimos que se cuiden mucho y que pongan todos sus conocimientos en pro de la humanidad.

Mis más sinceras felicitaciones a todos: profesores, amigos, familiares. A todos aquellos que hoy no han podido estar presentes pero les hubiera gustado acompañarlos en un día tan emotivo y especial, y también a aquellos que hoy no están entre nosotros, pero siempre estarán en el recuerdo y en nuestros corazones.

Muchas gracias y hasta siempre”.

Emotivo segundo acto de entrega de títulos de la Sexta Colación de Grados de la UNViMe

Emotivo segundo acto de entrega de títulos de la Sexta Colación de Grados de la UNViMe

Este miércoles 22 en horas de la mañana se completó la entrega de títulos a egresados de tres carreras de la Escuela de Ciencias de la Salud, acto que se desarrolló nuevamente sin público, y respetando las normas de prevención y seguridad que impone la pandemia del Covid-19.

Por esa razón contó con la presencia del Rector Dr. David Rivarola y el Secretario Académico, Mg. Gastón Garialde, como únicas autoridades, y personal mínimo afectado a la organización: Protocolo, Observatorio del Graduado, Secretaría Académica (Títulos y Diplomas), Secretaría General (Higiene y limpieza) y Extensión (Departamento Comunicación).

Tal como se hizo en el acto del martes, los egresados fueron convocados con 15 minutos de diferencia, se les desinfectó las manos con hidrogel, el calzado al ingresar al salón, se les entregaron guantes y barbijos y un bolígrafo de uso personal, con el que luego efectuaron la firma del diploma y del Libro de Actas.

Los graduados fueron ubicados desde la vereda y en el hall de entrada al Salón Auditorio de Junín 132, cada 2 metros, y luego fueron ingresando individualmente al salón, donde tras firmar el título prestaron juramento de práctica y firmaron el Libro de Actas.

En sus palabras, el rector Rivarola destacó que “la graduación es un mérito personal, pero es fruto de un esfuerzo colectivo que incluye a todos sus familiares, que los apoyaron durante años a todos ustedes, por eso esta alegría y este orgullo deben compartirlo con todos ellos”.

“Quizás varios, o todos ustedes, se incorporen casi en lo inmediato al sistema de salud y los toque formar parte del ejército silencioso que luche contra la pandemia, salvando vidas humanas, la de cualquier de nosotros”, expresó. (Ver discurso completo aparte)

Los egresados que recibieron sus diplomas fueron los siguientes:

 

Enfermería

 

Leonela Ayelén Aguilar

Paola Belén Fernández

Leila Nahir Deolinda González

Florencia Daiana Ortiz

Karina Fátima Oyola

Ramón Alberto Quiroga

 

Licenciatura en Obstetricia

 

Jenifer Mónica Soledad Pallero

Ailén Puentes

Gisel Daiana Rosalez

Nahir Yael Sosa Amad

 

Licenciatura en Kinesiología y Fisiatría

 

Luciana Alejandra Quevedo

 

Uno de los 12 egresados convocados para recibir su diploma, Carla Beatríz Lagostena no pudo asistir a recibir su título de Enfermera, por la imposibilidad de trasladarse desde la provincia de Córdoba.

De esta manera se cumplió la Sexta Colación de Grados Anual de la UNViMe, dividida en dos actos, que fue transmitida por Radio UNViMe 93.7 y las redes sociales institucionales: Facebook (LaUNViMe) e Instagram (unvime_insta), para que pudieran participar del especial momento familiares y amigos de los flamantes graduados, como asimismo la comunidad en general.

 

Las universidades y el compromiso de seguir enseñando

Las universidades y el compromiso de seguir enseñando

Así se titula el trabajo intelectual de las especialistas Laura Garbarini (UNLa), Silvia Martinelli (UNLu) y Verónica Weber (UNLPam), Integrantes del Comité Ejecutivo de la Red de Educación a Distancia de Argentina, del Consejo Interuniversitario Nacional.

En el mismo, ambas autores comparten reflexiones sobre el rol de la enseñanza universitaria en este contexto de pandemia, a partir de la experiencia de la Red Universitaria de Educación a Distancia de Argentina (RUEDA), que presentaran el 1º de abril en un webinar organizado por Wikimedia y la Universidad Virtual de la Universidad Nacional de Quilmes.

 

La mayor parte de las más de 50 instituciones universitarias nacionales y provinciales que conformamos esta red estamos acompañando la decisión política de seguir dando clases en esta coyuntura, bajo la opción pedagógica a distancia, fundamentalmente, porque creemos que la continuidad pedagógica del ciclo lectivo es una forma de hacer efectivo el derecho a la educación.

 

Entendemos que en el acuerdo para garantizar la continuidad pedagógica firmado entre el CIN y el Ministerio de Educación de la Nación renueva el compromiso universitario para con la Patria y se actualiza en esta coyuntura la misión social de la universidad como bien público.

 

En las universidades nacionales argentinas son históricos y sostenidos los principios de autonomía, cogobierno, libertad de pensamiento y gratuidad. Y, desde la vuelta a la democracia, estos conceptos se han enriquecido incorporando explícitamente el valor del compromiso social como una dimensión igualmente trascendente de la vida universitaria, una universidad comprometida con la comunidad de la que forma parte.

 

Valoramos los esfuerzos realizados para la recuperación de un Estado presente, capaz de actuar cada vez más y mejor como garante de los derechos de todos, tanto en cuestiones que hacen a la vida de la ciudadanía en general, como a la de los universitarios en particular.

 

Los integrantes de RUEDA somos representantes rectorales, y tenemos el mandato de promover el uso de las tecnologías digitales con criterios de pertinencia e inclusión social.

 

Nuestro propósito como red es consolidar el espacio de debate político -académico, de reflexión e intercambio para el análisis, diseño, coordinación, ejecución y evaluación de acciones de educación a distancia y educación mediada por tecnologías en el seno de las instituciones universitarias nacionales, formalizado por la RUEDA desde agosto de 1990, con la finalidad de promover la calidad de las propuestas académicas y fortalecer la democratización de la educación.

 

En este camino, las universidades argentinas formalizaron en 2017 la elaboración de sus Sistemas Institucionales de Educación a Distancia (SIED), algunos más avanzados, otros en sus inicios, todos en construcción permanente, ya que son evaluados cada seis años.

 

Esta formalización es resultado de una normativa ministerial, producto de varios años de trabajo y debate colectivo de una red federal, plural, diversa, como son diversas las realidades regionales e históricas de las universidades nacionales.

 

La necesidad de diseño del SIED y la experiencia de los procesos de acreditación de estos sistemas han comprometido a las universidades a diálogos internos dentro de cada comunidad educativa para reflexionar sobre las posibilidades de trabajo con las mediaciones tecnológicas. En este proceso se hizo imprescindible repensar la gestión, la formación docente, las características de los estudiantes, ya que cada SIED recobra sentido en el marco de su institución. Son propuestas situadas, porque están contextualizadas en las distintas realidades en las que las universidades desarrollan su actividad académica.

 

Esta coyuntura de pandemia, por ser inesperada y sorpresiva, interpeló a las universidades y a sus SIED a dar respuesta inmediata, pero no una respuesta improvisada, ya que, si bien los tiempos no permitieron desplegar completamente los saberes y experiencias desarrolladas para la formación docente -necesaria para el desempeño en la modalidad a distancia-, en cada universidad se definieron estrategias de trabajo para afrontar esta peculiar situación.

 

Gracias a los antecedentes con los que cuenta la red, se han podido elaborar propuestas que permiten afrontar esta coyuntura. Con diferentes realidades, con diversos recursos y posibilidades de conectividad, las universidades nacionales proponen alternativas, en diálogo con su comunidad académica y en continuo proceso de mejora.

 

Antecedentes de la educación a distancia en Argentina

 

La definición “clásica” dice que la educación a distancia es una modalidad que permite superar las limitaciones de tiempo y espacio, dedicada, especialmente, a aquellas poblaciones que, por razones familiares o laborales o por estar aislados geográficamente, no podían acercarse a las escuelas o instituciones educativas en general.

 

Es decir, tiene en cuenta a los estudiantes con otras realidades, otras necesidades, otras posibilidades.

 

Por otra lado, consideremos la antigüedad de la educación a distancia: si pensamos en la relación pedagógica mediada que la caracteriza, habría que situarse en los finales del siglo XIX, con las ofertas de enseñanza por correspondencia que aparecen en anuncios en periódicos de Boston hacia 1870 de la enseñanza de la taquigrafía por parte de Isaac Pitman, que él mismo había inventado en 1840, utilizando el Penny Post.

 

En nuestro país se puede mencionar como antecedente que, en 1935, la Escuela de Guerra de la Armada impartía cursos por correspondencia a sus oficiales y en 1940 se registra la comercialización de cursos de capacitación para adultos en un oficio. Entre las instituciones que distribuían estos cursos a distancia estaba la famosa Escuela Panamericana de Arte que divulgaba sus propuestas en numerosas revistas de historietas.

 

Para documentar ese recorrido, entre 2005 y 2007 desde la RUEDA llevó adelante el Programa de Investigación Histórica de la Educación a Distancia en Argentina. Se constituyó en un desafío inédito, pues su gestión fue cooperativa. El programa relevó datos de 1091 proyectos y 249 instituciones entre 1970 y el 2000.

 

En el marco de esa investigación, se señala que las instituciones públicas nacionales comenzaron a trabajar formalmente en educación a distancia en la década de 1960 cuando nació Telescuela Primaria y en 1963 Telescuela Técnica, dependientes del Ministerio de Educación una y del CONET la otra. Entre 1971 y 1975, con la intención de aplicar la radio y la televisión a la educación, el Ministerio de Educación incluyó en el Plan Nacional de Desarrollo y Seguridad distintos cursos a distancia.

 

Otro momento necesario de destacar es que, para 1970 en la creación de la Universidad Nacional de Luján, la comisión de estudios de factibilidad destaca como uno de sus ejes estratégicos “el fomento de la educación a distancia, el abordaje educativo de las tecnologías“. En 1979 se funda la Asociación Argentina de Educación a Distancia.

 

Desde esos momentos, en todas las universidades se fueron presentando programas y proyectos. Sirve mencionar uno multitudinario, UBA XXI, de 1985, pensado y dirigido por la siempre presente Dra. Edith Litwin que utilizó materiales impresos, programas de radio, consultas a tutores por teléfono y con apertura de subsedes en distintos lugares del país.

 

En 1990 se creó la RUEDA y para 1992, en Mar del Plata, miembros de las universidades que la formaban en ese momento elaboran el documento “Lineamientos de política en educación a distancia” y se acuñó la definición: “La educación a distancia es una alternativa del mismo valor académico que la presencial, con características peculiares que le permiten adaptarse mejor a determinados problemas, cuestiones o contenidos respondiendo a políticas de democratización y mejoramiento de la calidad de la enseñanza”.

 

A posteriori, la RUEDA se convirtió en organismo consultor del CIN. Para el 2004 el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología promulgó la Resolución 1717/04 que regularizó la validez nacional de títulos de grado y posgrado desarrollados en modalidad a distancia.

 

La Ley de Educación Nacional N° 26.206/06 dedica el Título VIII a la educación a distancia y la define como “una opción pedagógica y didáctica aplicable a distintos niveles y modalidades del sistema educativo nacional, que coadyuva al logro de los objetivos de la política educativa y puede integrarse tanto a la educación formal como a la educación no formal”.

 

Entre 2015 y 2017, la RUEDA participó activamente de la reformulación de la resolución 1717/04 y se aprobó el documento sobre la opción pedagógica y didáctica de educación a distancia propuesto por el Consejo de Universidades. En la resolución surgida, la 2641/17, se estableció la formulación de los Sistemas Institucionales de Educación a Distancia (SIED) y sus mecanismos de validación.

 

Este breve recorrido intenta dar cuenta que en la educación a distancia existe una genuina intención de acercarse a los estudiantes, ir hacia ello, tender puentes, es decir, es un sistema que nace con la impronta de lograr el acceso y la continuidad de estudios, de democratizar el conocimiento.

 

Las universidades tenemos mucho recorrido investigado y publicado sobre la educación a distancia, una modalidad que reafirmamos tiene el mismo valor que la presencial y como tal es regulada por la Ley de Educación Nacional y por normas y resoluciones propias de nuestras instituciones.

 

Sin renunciar a los legítimos reclamos como trabajadores y trabajadoras de la educación, sostenemos que incluir educación a distancia en las aulas universitarias es entender, en este tiempo histórico, que es el lugar donde tenemos que estar sosteniendo la continuidad pedagógica porque tenemos como opción pedagógica, posibilidad y valor a la educación a distancia.

 

Interrogantes y tensiones en el contexto actual

 

En el contexto planteado y tomando en cuenta los antecedentes de la educación desde la RUEDA y mientras avanzamos en la definición de propuestas de la red y de cada universidad, se nos plantean una serie de interrogantes y tensiones en esta situación emergente, imprevista y extraordinaria que nos interpela y nos obliga a preguntarnos si hay que seguir dando clase o no; y, si respondemos afirmativamente, la pregunta obvia es cómo dar clase.

 

Ambas preguntas tienen su primer nivel de respuesta en las definiciones del Estado, que apoyan la continuidad de las clases en todos los niveles del sistema educativo, lineamiento al que adscriben la mayor parte de las universidades nacionales. En un segundo nivel de respuesta, aparece la preocupación por aspectos tecnológicos, pedagógicos y didácticos para un contexto de emergencia, imprevisto y repentino.

 

Desde RUEDA tenemos la convicción política y pedagógica de que es importante seguir dando clases y que es fundamental hacerlo desde la la modalidad a distancia como campo de saber específico de larga data en el mundo y en nuestro país.

 

En este sentido, interpretamos el actual como un momento único y potente en el que se evidencia la necesidad de incorporar mediaciones tecnológicas para enseñar. Cada universidad dispone de experiencia, estudio e investigación en el campo que permite a cada una elegir entornos, herramientas y recursos disponibles y/o posibles, en el marco de proyectos, programas y propuestas de intervención específicas en cada institución. En este contexto identificamos un riesgo que es también una tensión: la educación a distancia ha sido concebida a lo largo de su historia como una opción devaluada, considerada alternativa y de menor calidad, suele no reconocerse su potencialidad.

 

En el contexto actual, los aportes que se hagan desde esta modalidad sin duda van a mejorar los procesos que se desarrollen en cada caso. Sin embargo y sabiendo que va a traer grandes beneficios, tememos que la modalidad sea evaluada por lo que suceda en este contexto particular. La trampa que advertimos es: la educación a distancia es una opción que no se construye en unas semanas (así como tampoco se aprende a dar buenas clases presenciales en unas semanas). Entonces los SIED en cada universidad aportan propuestas y proyectos integrales de formación y desarrollo. La existencia de los SIED posibilita que esto suceda. Sin duda será un gran avance para la educación a distancia… Pero la educación a distancia es mucho más que esta contingencia en la que avanzamos más o menos organizadamente, apoyados en las construcciones previas en cada caso.

 

Desde la RUEDA alentamos a que cada universidad, cada facultad, cada departamento y cada docente revise, repiense y redefina sus clases tomando en consideración el contexto, la situación y las características de la institución, sus profesores y sus estudiantes y que para eso pueda aprovechar todos los aportes que se realizan desde la enseñanza y desde la modalidad. En los casos en que desde los SIED se estén organizando sistemáticas propuestas, programas o proyectos formativos aprovecharlos. Cuando no los haya de modo centralizado o institucional, aprovechar los recursos y herramientas que otras universidades nacionales y organismos gubernamentales y no gubernamentales ofrecen. Es decir, si bien en modo general, las universidades están desarrollando acciones en este sentido, aunque no todas son compulsivas o sistemáticas. En esos casos, como la RUEDA, los docentes del sistema universitario y de otros niveles pueden aprovechar las producciones y propuestas compartidas.

 

También, es importante señalar que no todo se puede virtualizar. Sin duda habrá contenidos, prácticas y propuestas que no pueden desarrollarse con mediación tecnológica. Desde nuestra perspectiva en cada institución serán casos a revisar y postergar hasta que se pueda volver a la presencialidad. Eso no implica dejar de impartir clases a través de lo que se considera presencialidad mediada, en la medida de lo posible.

 

Otra de las tensiones que identificamos refiere a por qué dar clase, y esto se relaciona con el derecho a estudiar de los estudiantes. Aquí nos preocupa la idea que sobrevuela (y vinculada a la tensión anterior) que supone que el a distancia bajará la calidad. También y relacionado con este punto, el temor a que los estudiantes no tengan los recursos simbólicos y materiales (dispositivos o conexión) necesarios.

 

En este aspecto, en primer lugar, decimos que las universidades a través del CIN están trabajando en mejorar las condiciones (facilitar acceso, conseguir que no consuma datos la navegación en entornos virtuales institucionales, etc). En segundo lugar, aclaramos que hay muchos estudiantes que van a poder acceder y es bueno que lo hagan. Reconocemos la posibilidad de estudiar en el tiempo que vamos a estar en aislamiento, que, además, para algunos, va a ser una buena oportunidad para avanzar en las carreras.

 

Claro que no somos ingenuos y entendemos que para muchos va a ser difícil, no solo porque no cuenten con conexión a Internet o porque el celular disponible no alcance para participar en las actividades virtuales, sino porque la situación económica, social y de salud haga complejo el momento. Estaremos esperando a todos los  estudiantes que no puedan o no quieran participar de la modalidad en el otro cuatrimestre. Pero queremos acompañar a todos los que sí puedan, dado que creemos fundamental que el Estado esté presente en este tiempo tan extraño y “líquido” que nos toca, y eso no es solo por el estudio. Entendemos que para muchos va a ser la conexión con el mundo y con una proyección positiva y a futuro.

 

Como última tensión, entendemos la preocupación de los docentes. Cuidarlos, cuidarnos atendiendo a nuestras obligaciones sin perder de vista los derechos. ¿Cómo pueden dar clase en una opción para la que no se formaron? Desde la RUEDA estamos convencidos de que el trabajo que se suele hacer presencial se puede hacer mediado tecnológicamente, no porque creamos que la manera de hacerlo sea poniendo una cámara y haciendo lo mismo que se hace en la presencia… Sino, construyendo mediaciones adecuadas para acompañar, guiar, explicar, desde otros recursos (una guía, un video, una actividad de intercambio en un foro).

 

Evidentemente, no es fácil esta traducción (así como para pasar de un idioma otro hacen falta traducciones que no son literales). La posición mayoritaria de la RUEDA considera que si preguntamos sobre si aprender a enseñar a distancia es posible en unas semanas, la respuesta sería no. Pero si la pregunta es si es mejor no hacer nada (en este contexto que no elegimos ni las instituciones, ni los docentes, ni los estudiantes), la respuesta es que, por supuesto, todo lo que hagamos va a ser mejor que nada.

 

Respecto del tiempo de trabajo y de estudio, hay un mito que supone que si las propuestas están disponibles las 24 horas, el tiempo de trabajo va a ser de todo el día a toda hora. Desterramos ese mito desde la RUEDA. Es fundamental definir encuadres adecuados que contemplen el trabajo docente con los tiempos en los que está previsto.

 

En mayor o menor medida y en el marco de diferentes proyectos, las universidades venían trabajando en propuestas completa o parcialmente virtuales (o en el apoyo a la presencialidad). En eso hay grandes diferencias entre instituciones, pero en las últimas semanas en todas ellas se crearon gran cantidad de aulas y diseñaron entornos de diferente tipo para construir comunicación y espacios de enseñanza y aprendizaje y en eso se está trabajando en cada SIED, con las diferencias que en cada institución se plantean y en donde promovemos que se asuma que, en un cuatrimestre extraordinario, habrá resoluciones ministeriales, institucionales y de cada asignatura que serán excepcionales también.

 

Este es un momento crítico. Es, también, una interesante oportunidad de repensar la enseñanza, desmitificar las propuestas, revisitar lo que hacemos, explorar nuevos formatos, entornos, posibilidades con las tecnologías de la época que nos toca. Lo mejor que puede pasarnos es que transitemos el cuatrimestre junto a nuestros estudiantes compartiendo con cada uno de ellos las incertidumbres, las inquietudes, las preocupaciones y ocupaciones en este tiempo desconcertante.

 

Ojalá que lo aprovechemos para estar juntos, para que quien quiera y pueda avanzar en sus estudios tenga la oportunidad de hacerlo.

 

Para finalizar, esperamos que al terminar el período de aislamiento social, preventivo y obligatorio seamos mejores profesores porque nos hicimos cargo de la situación, porque acompañamos y estuvimos presentes con nuestros estudiantes, porque nos cuidamos entre todos para estar bien. En definitiva, es nuestro deseo que la experiencia de este tiempo nos modifique, nos ayude a crecer y nos sirva para aprender.

 

 

 

Reflexiones presentadas el miércoles 1° de abril de 2020 en la serie de webinars “Educación y creatividad en tiempos de #coronavirus”, organizada por Wikimedia y la Universidad Virtual de Universidad Nacional de Quilmes.

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