Interesante experimento de tres estudiantes de Bioingeniería

por | 29 Jul 2019

A través de un dispositivo creado por ellos mismos, intentan convertir los movimientos de personas con parálisis cerebral en sonidos musicales, para que a partir de esa estimulación mejoren su interacción con el entorno.

El experimento lo llevan adelante tres estudiantes de 3er. año de Bioingeniería de la UNViMe, Lorenzo Tell, María Celia Tolaba y Gabriel Aneine Sosa. También participan un Orientador del Centro de Día Newen, Gustavo Oliva, y un profesor de Música del Instituto de Formación Docente Continua, Federico Echave.

Gustavo Oliva, Orientador del Centro de Día Newen desde hace 15 años, explica que la institución se ocupa de atender las personas con discapacidad severa, profundizando en las actividades de la vida diaria.

Meses atrás concurrió a una charla que se daba en el IFDC sobre música electrónica, por parte de un grupo de estudiantes. En la oportunidad se encontró con la sorpresa de que estaban mostrando un prototipo, un equipamiento que estaban armando para hacer música a través de los movimientos.

“En ese momento se me ocurrió que eso podía ser una buena prestación para la estimulación de las personas con discapacidad. Pensé que podía servir para aplicarlo en los casos de parálisis cerebral, dado que las personas que la padecen tienen movimientos muy limitados. Por lo tanto apostamos a que este aparato pueda detectar los movimientos mínimos y generar un sonido a partir de la estimulación del mismo movimiento que necesitan para trabajar las funciones cerebrales”.

“El proyecto se llama Sonoro. Porque es el nombre que le di al dispositivo”, cuenta por su lado Lorenzo. “La idea general es estudiar y reemplazar ciertas conductas introspectivas de los pacientes con parálisis cerebral por movimientos y comunicación externa, con una interacción del entorno mediante los sonidos. Los pacientes con P. C. usualmente realizan movimientos repetitivos para satisfacer algún deseo o necesidad y se sumergen en esa introspección primitiva o actúan de manera violenta para con sus pares. La idea es sustituir ese mecanismo que tienen con esto, desenvolverlos en el entorno y tratando de estimular las funciones cerebrales superiores”.

El pasado viernes 5 de julio llevaron adelante la segunda prueba piloto, para continuar ajustando y calibrando el equipamiento.

En la ocasión Radio UNViMe pudo dialogar con los protagonistas de este curioso experimento de musicoterapia, para conocer cómo surgió la iniciativa y detalles de la segunda prueba piloto.