Afectuoso saludo del pedagogo Miguel Ángel Santos Guerra al nuevo Rector
El Doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad Complutense y catedrático emérito de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Málaga (España), expresó medulosas reflexiones en el saludo que hizo llegar al Rector Dr. Marcelo Sosa.
Afectuoso saludo del pedagogo Miguel Ángel Santos Guerra al nuevo Rector
El Doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad Complutense y catedrático emérito de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Málaga (España), expresó medulosas reflexiones en el saludo que hizo llegar al Rector Dr. Marcelo Sosa.
Querido Señor Rector, querido amigo Marcelo Sosa:
Cuando recibí la noticia de tu nombramiento como Rector de la Universidad Nacional de Villa Mercedes, pensé que la felicitación más importante debería dirigirla a la comunidad universitaria. Porque pensé que había tenido la suerte de ser presidida, dirigida e inspirada por una verdadera autoridad educativa. Hoy quiero expresarte mi felicitación a ti porque vas a asumir un extraordinario reto: convertir a tu Universidad en un faro moral para la sociedad y en un taller de calidad para formar profesionales competentes y ciudadanos solidarios.
La palabra autoridad proviene del verbo latino AUCTOR, AUGERE, que significa hacer crecer. Tiene autoridad aquella persona que ayuda a desarrollarse, a madurar, a crecer a su comunidad. Eso explico en mi libro “Las feromonas de la manzana. El valor educativo de la dirección escolar”. El perro controla el rebaño, pero el rebaño no le sigue. Sé que la aceptación de esta importante responsabilidad se ha debido a tu compromiso de servicio, de ayuda, de escucha y de estímulo a todos los miembros de la comunidad universitaria: docentes, alumnos y personal de administración y servicios.
La tarea no consiste tanto en controlar, exigir, mandar, vigilar, imponer cuanto en motivar, ilusionar, innovar, alentar e inspirar. Es necesario armar un proyecto consistente en formar ciudadanos y ciudadanas competentes, responsables, críticos, solidarios y compasivos. En la Universidad hay que formar no a los mejores del mundo sino a los mejores para el mundo.
Si todo el conocimiento que se adquiere en las instituciones educativas sirviera para cómo dominar, explotar y engañar al prójimo, más nos valdría cerrarlas. Fueron médicos muy bien preparados, ingenieros muy bien formados y enfermeras muy capacitadas en su oficio los profesionales que diseñaron las cámaras de gas en la Segunda Guerra Mundial. Sabían muchísimo pero sus víctimas maldijeron lo que habían aprendido.
Espero que disfrutes de esta nueva y apasionante experiencia. Argentina necesita una generación de jóvenes bien preparados y, sobre todo, de jóvenes comprometidos con la construcción de una sociedad más justa, más habitable, más solidaria, más hermosa.
Sé que la cultura neoliberal que nos invade exige que tengamos instituciones contrahegemónicas y profesionales que no se dejen arrastrar por la corriente del individualismo, la competitividad, el relativismo moral, la obsesión por la eficacia, el olvido de los desfavorecidos, el capitalismo salvaje, el imperio de las leyes del mercado, la privatización de bienes y servicios… Ya sé que es más difícil ir en contra de la corriente que dejarse arrastrar, pero me gusta decir que la corriente solo arrastra a los peces muertos…
Escucha mucho, observa con atención, dialoga con todos, haz autocrítica, ábrete a la crítica, no te entregues a los aduladores, da ejemplo de trabajo y honestidad, sé humilde, no te entregues a la rutina que es el cáncer de las instituciones, ten ilusión, aprende de los errores, alienta la participación, no te desanimes ante los fracasos (hay una ciencia y un arte que consiste en saber hacer con dos signos menos un signo más), mantén el optimismo, felicita a quienes hagan bien las cosas, forma a los profesores en pedagogía porque para enseñar latín a John más importante que conocer latín es conocer a John, recuerda a tus profesores que la profesión de la enseñanza gana autoridad por el amor a lo que se enseña y el amor a los que se enseña.
Quiero brindar un lema a todos los miembros de tu comunidad. Un lema que a mí me ha ayudado mucho en la vida: “Que mi Universidad sea mejor porque yo pertenezco a ella”.
Te deseo éxito en el trabajo y felicidad en la vida. No olvides que no hay señal más clara de inteligencia que desarrollar la capacidad de ser felices y de ser buenas personas.
Un gran abrazo.
Miguel Ángel Santos Guerra (*)
(*) Catedrático Emérito de la Universidad de Málaga (España). 29 de octubre de 2023