Se colocó placa en homenaje a la Reforma Universitaria

por | 13 Nov 2018

El lunes 11  se realizó un emotivo acto en el inmueble aledaño a Rectorado, en Las Heras 377, lugar donde se colocó una placa en homenaje al reformista Dr. Enrique  Fausto Barros, cuyo nombre designará a partir de ahora a este edificio.

En la oportunidad asisterion familiares directos del citado dirigente estudiantil,  que residen en nuestra ciudad. En su nombre, Santiago Enrique Barros, biznieto del reformista, agradeció el gesto y expresó el orgullo de su familia por la denominación que tendrá el edificio universitario.

Posteriormente el Rector Normalizador, Dr. David Rivarola, agradeció a la familia Barros su presencia y ratificó los principios fundamentales de la Reforma, a los que adhiere la UNViMe, y que se cristalizarán el año próximo, cuando se normalice la Universidad Nacional de Villa Mercedes.

Breve historia del Dr. Enrique Fausto Barros

Enrique Fausto Barros adquirió el  aprendizaje  en aquellas jornadas épicas de 1918 cuando en la ciudad de Córdoba los estudiantes se movilizaron para promover el acontecimiento político más trascendente de la historia política de las universidades latinoamericanas: la Reforma Universitaria.

Barros entonces tenía 25 años. Había nacido en Córdoba 1893. Refutando posteriores e interesadas descalificaciones, no pertenecía al patriciado y debió trabajar para costear sus estudios. Siempre trabajó. Su consultorio estuvo abierto hasta su último día. De Alfredo Palacios se cuenta que en la puerta de su estudio jurídico había colgado un cartel que decía: “Se atiende gratis a los pobres”. Barros hizo lo mismo en su consultorio de calle Ituzaingó.

La vocación de su vida fue la política y la medicina. A ambas les dedicó su talento y su genio. 

Fue el primer presidente de la FUC, acompañado por Horacio Valdés y Gumersindo Sayago. En esas semanas febriles de junio de 1918 se edita la Gaceta Universitaria y él es el director. En ese periódico, se publica el 21 de junio el famoso “Manifiesto liminar”, escrito por Deodoro Roca y firmado por quince dirigentes estudiantiles, entre los que se destaca Enrique Barros.

El dirigente reformista fue un profesional destacado que estuvo a punto de recibir el Premio Nobel gracias a sus investigaciones acerca de la psitacosis. Después de recibirse estudió en la universidad alemana de Friburgo y a lo largo de su vida fue invitado por diferentes universidades del mundo para dictar conferencias.

Murió en su ciudad natal en  marzo de 1961.

Fuente: Rogelio Alaniz