Creación de la Casa de Niños Expósitos

por | 7 Ago 2019

El 7 de agosto de 1779 se funda en la ciudad de Buenos Aires la Casa de Niños Expósitos, luego llamado Casa Cuna y actualmente Hospital de Niños Pedro de Elizalde.

El Hospital General de Niños «Pedro de Elizalde» es el hospital pediátrico más antiguo de América.

Desde su fundación, el 7 de agosto de 1779, se sucedieron diversas administraciones: la Hermandad de la Caridad, la Sociedad de Beneficencia manejada por mujeres de la oligarquía porteña, las Hermanas del Huerto y finalmente, el Hospital Casa Cuna.

Las razones sociales del abandono eran múltiples: recién nacido ilegítimo, hijos incestuosos, productos de violaciones, niñas solteras, fuera del matrimonio, hijos de uniones ilícitas. La falta de recursos económicos para mantener al recién nacido o cuando nacían mellizos, uno era descartado.

Muchos morían en medio de un total abandono, de frío, hambre o sed; ahogados en los abundantes charcos de agua en las calles, comidos por los perros o cerdos que andaban sueltos, atropellados por transeúntes o por carros en la oscuridad de la noche, ya que el alumbrado era nulo o muy deficiente.

La primera Casa de Niños Expósitos la estableció el Virrey Vértiz donde actualmente se encuentra la Manzana de las Luces, en Perú y Alsina. Le sucedieron otras sedes como la ubicada en Moreno y Balcarce, detrás del Convento de San Francisco y posteriormente, la Casa Cuna a partir de 1905. recibiendo el nombre de Hospital de Niños Expósitos. En 1913, tenía 450 camas para expósitos. En 1920, pasa a llamarse “Casa Cuna”.

En el frente del edificio de Moreno y Balcarce, existía en un hueco de la pared, el “torno”, un armazón de madera, giratorio, donde las mujeres abandonaban a sus hijos. Hacían sonar una campanilla adosada a la pared y un empleado, desde dentro del edificio, hacía girar el aparato y recibía al niño, sin saber quién lo había abandonado.

Los lactantes estaban a cargo de amas de leche y el resto bajo el cuidado de amas de cría. Los niños criados se asignaban a familias. Los que no, continuaban en la Casa de Expósitos; una vez emancipados, muchos continuaban trabajando como empleados de esa institución.

Disponían de una imprenta propia que, publicó catecismos, almanaques, bandos oficiales y el “Telégrafo Mercantil”, tareas que contribuyeron a compensar el déficit económico. Al no tener apellido, muchos fueron bautizados con dos nombres o con el apellido “Expósito”.

Los beneficios de la Casa de Niños Expósitos estuvieron vigentes hasta las primeras décadas del Siglo XX, en ese Buenos Aires que se fue.

La Casa Cuna fue dirigida entre 1935 y 1946 por el Dr. Pedro de Elizalde. Ese director del hospital creó la Revista Infancia, la Cátedra de Pediatría e introdujo el método de identificación de los niños recién nacidos, que es el que permanece en uso hasta el presente. Durante la gestión de Ramón Carrillo como ministro nacional se incorporó la mayoría del mobiliario actual y se anexaron nuevos pabellones.

En 1961 se le impuso el actual nombre de Hospital «Pedro de Elizalde», aunque es conocido también por su tradicional denominación de «Casa Cuna».

Fuente:  Carlos Araujo. http://blogs.monografias.com/el-buenos-aires-que-se-fue/2017/02/27/la-casa-de-ninos-expositos/